Viajamos hasta la finca Sansui para vivir el reportaje fotográfico de la boda entre Patri y Javi.

Hacia las 9 y media de la mañana llegamos a la casa de Javi. En el portal le esperaban algunos de sus amigos, que aunque al principio creímos que se había dado a la fuga, había ido a comprarles algo de desayuno.

Empezó fuerte el día, con unos 10 tíos de más de 1,90 muchos de ellos, compañeros de equipo de baloncesto y amigos de toda la vida.

En casa de la novia fue diferente, todo estaba más tranquilo.

Mientras Isabel Gálvez maquillaba y peinaba a Patri, sus amigas no podían dejar de mirar lo guapa que la estaban dejando.

Tras los preparativos, nos dirigimos hacia San Cayetano, donde los invitados esperaban dentro la llegada de la novia.

Y no tardó en aparecer del brazo de su padre. A Javier se le encendió la cara al verla.

A pesar de llevar tantos años juntos, ese momento sin duda fue muy especial para ambos.

Tras la salida, nos fuimos a dar una vuelta por el Casco y aprovechamos para hacer fotos para el reportaje de boda.

Una vez en Sansui, los novios empezaron realmente a disfrutar de su boda con los familiares y amigos, después de los típicos nervios de los preparativos y la ceremonia.

Toda la tarde trascurrió muy rápida, entre comida, regalos, sorpresas de los amigos y vídeos.

Casi sin darnos cuenta los novios estaban bailando en mitad de la pista, y por cierto, se notaron las clases de baile que dieron semanas antes.

Ya casi al final de la noche, los amigos de la novia prepararon una sorpresa a la pareja, donde se vivieron momentos muy emotivos rodeados de bengalas y abrazos.

Y ahí no acabó la noche, pero eso lo dejamos para otro momento…

Gracias, muchas gracias en confiar en mí pareja. Sé que seréis muy felices juntos, como siempre lo habéis sido.